FiLoSoFiA



¿QUE ES LA FILOSOFIA?


La filosofía, es una ciencia (conocimiento de las cosas por sus causas, de lo universal y necesario), que se viene practicando, desde la época de los griegos o era clásica. Fueron ellos, quienes comenzaron por primera vez, a realizarse preguntas profundas por todo aquello que los rodeaba. Por lo mismo, los primeros atisbos de filosofía, se vieron en el campo de la naturaleza.

Y filosofía, es justamente amor por la sabiduría. Comprender con todo aquello, que interactuamos. Justamente, filosofía proviene del griego filos (amor) y sofía (sabiduría).

La gracia de la filosofía, es que esta se hace preguntas últimas. O sea, por aquellas que van en la búsqueda del sentido final, de las cosas. Cada rama de la filosofía, se hace preguntas últimas. Por la finalidad del objeto de estudio de ellas. Es así, como la antropología, por ejemplo, se pregunta cual es la finalidad del hombre. La ética, otra rama, se pregunta cual es la finalidad del actuar del hombre. De hecho, uno de los más grandes filósofos de antigüedad, como fue Sócrates, buscaba un sentido, una finalidad del hombre, el cual defendió el hecho de que la felicidad era el fin del hombre. Fin que depende de las virtudes, parte del estudio de la ética. Pero para la filosofía, la racionalidad, juega un papel fundamental en su estudio y asimismo, en su acción. La racionalidad, es el medio por el cual, podemos conocer lo que nos rodea. Es el punto de partida, para buscar y saber, cual es la finalidad del hombre. Ya Sócrates decía, con respecto a las virtudes y su conocimiento por medio de la razón, “Sólo el que sabe qué es la justicia (la cual es una virtud) puede verdaderamente ser justo y obrar justamente”.


-GRADES FILOSOFOS-


Platón

La producción filosófica de Platón fue enorme y cubrió un amplio rango de ramas del conocimiento. Sin embargo, está fuera del alcance de este trabajo abarcar todas sus preocupaciones y sólo se describirán las que puedan interesar al desarrollo del atomismo. Platón vuelve a colocar a la ciencia en primer término de toda actividad intelectual. El insistió en la distinción entre los objetos sensibles, imperfectos y cambiantes y sus modelos eternos, perfectos e inmutables. El acceso a las realidades inteligibles no es por generalización a partir de los objetos reales ya que no existe objeto alguno que responda perfectamente a una definición, sino por la reminisciscencia, que es el recuerdo de conocimientos adquiridos en una vida anterior, en una realidad ya vivida. La reminiscencia es intermitente y parcial, por tanto, hay que completarla e interpretarla.
Debido a sus puntos de vista sobre las fuentes del conocimiento, Platón se interesa por los principios y los métodos de las matemáticas. Las definiciones toman gran importancia pues dan al objeto matemático su forma estática y eterna, le confiere una realidad absoluta y opuesta a las apariencias. Lo que el hombre de ciencia busca son verdades eternas y que existen fuera de él, pero como los medios de que dispone para llegar a ellas son inseparables de su persona, solo alcanzara la sombra de una realidad trascendente.
Para Platón, la materia era el medio en el que se producían la generación y la corrupción y en general todas las alteraciones del universo sensible. El universo está sometido a leyes por lo que puede conocerse racionalmente. Estas leyes no son sólo físicas pues el mundo obedece a un pensamiento organizador que lo dirige con un fin. La materia es eterna así como dicho pensamiento organizador. El acto de creación de este pensamiento es moldear el mundo a partir del material preexistente y primordial.
Los elementos últimos de la materia son los cuerpos simples, es decir, los poliedros regulares, lo cual muestra la influencia que tuvo de Pitágoras. Platón sólo considera las superficies de los poliedros no su sustancia. En conclusión, las cualidades se reducen a las formas. Basado en la teoría de Empédocles de las cuatro sustancias primordiales relaciona los poliedros con cada unos de estos elementos: al tetraedro le hace corresponder el fuego, al octaedro el aire, al icosaedro el agua y al cubo la tierra. Cada superficie de los poliedros los descompone en triángulos elementales de dos clases: isósceles a partir del cuadrado y escalenos a partir del triángulo equilátero y del pentágono. Estas dos clases de triángulos son las que representan los elementos últimos del universo.